Hace un tiempo mi amiga Amelia utilizó el término “mundo chiquito” para referirse a lo limitado de la noción de mundo que conocía antes de mudarse de Puerto Rico al estado de Washington. Hoy estuve hablando con uno de los seres que más amo, Irving, y conversábamos de lo mucho que se ha expandido su mundo desde que dejó nuestra bella isla del encanto para estudiar en Méjico. Como Amelia y como Irving, mi mundo chiquito se ha vuelto más grande sólo con el simple hecho de abrir mis perspectivas, muy diferentes a las que antes conocía, pero igualmente válidas.
Mi mundo chiquito comenzó a cambiar hace mucho tiempo. El tener la oportunidad de salir de los contornos de lo conocido es en sí expandir el conocimiento y la noción de mundo. De manera natural nuestro mundo se conforma con lo conocido a través de las experiencias y la crianza que en él recibimos. La cultura de nuestro lugar de crianza enmarca la programación que recibimos de parte de nuestra familia y las demás instituciones que componen nuestro núcleo social. Siendo yo de un barrio pequeño, en un pueblo pequeño, en una isla pequeña, es predecible que las ideas, valores, enseñanzas, creencias, y hábitos sean limitados a los conocidos, a lo tradicional; y que algunas veces ese marco sea limitante. Es normal que la mayoría adopte el mundo tal y como nos lo inculcan, sin cuestionarlo, sin auscultar otras posibilidades o darnos cuenta de que existen. No puedo hablar por todo el mundo, pero el mundo que conocí y que perduró en mí hasta que amplié mis perspectivas era muy pequeño. Eso no es bueno o malo, es sólo lo que es, pero yo tuve la suerte de descubrir otros mundos y ampliar el mío a otros niveles de conocimiento. Tuve la oportunidad de salir de mi mundo chiquito para ver otros mundos fascinantes, asustantes y completamente diferentes al mío; el mundo comenzó a hacer más sentido al ser más vasto, y comencé a sentirme más a gusto en el mundo grande. El mundo chiquito permanece en mí, y vivo en él cuando voy de vuelta a mi querido pueblo y barrio, o cuando hablo con la gente que compone mi mundo chiquito. Pero ya no vivo en el mundo chiquito; me fui de él mucho antes de mudarme, y la experiencia ha sido liberadora.
A mi mundo aún le falta por crecer, igual que a mí. Y tengo que siempre respetar el mundo chiquito, y el mundo de cada cual, cualquiera que sea el tamaño. Yo prefiero mi mundo grande, tan grande como la combinación de los mundos que se me presentan e intersectan el mío a diario. El mundo grande es más interesante, y de él tengo mucho que aprender todos los días.
3 comments:
Hola Nueva Amiga,
Es cierto... como crece el Mundo y como nos damos cuenta cuando especialmente salimos de las Américas. Lo estaba pensando mientras leía tu escrito - hermoso, gracias!!
Ileana
Terriblemente cierto, es importante expandirnos sin miedos a cambios ni retos del diario vivir, pero siempre recordando la escencia de nuestro "mundo chuiquito" TE AMO,
Irving...
Looks nice! Awesome content. Good job guys.
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