En 1993 escribí un poema titulado Amor Imposible, el cual publiqué en el blog hace unos días. El poema habla del amor entre la nube y el mar, y cómo la nube se da cuenta de que nunca podrá materializar a plenitud su amor por el mar o el mar por ella, pero no puede evitar sucumbir a sus sentimientos y entregarse, sin resistencia, sin reserva, sin remedio. El poema es explícito en su significado, y sé que muchos hemos pasado por alguna situación parecida en cierto momento de nuestra vida. El poema lo escribí inspirada en la historia de amor de una amiga, pero también me miro en el espejo del poema y me relaciono con la nube o con el mar en su intento fútil de consumar su amor.
Una querida amiga escribió el siguiente comentario con respecto al poema:
¿Sabes? El amor puede ser imposible como este. Sin embargo, si lo miramos desde otra perspectiva, el mar en algún momento es parte de la nube y cuando vuelve a ser mar, parte de la nube está con él, entonces cuando se evapora y sube vuelve a alcanzar la nube. Creo que de cierta forma es un amor posible entre ellos. ¿Quizás lo que lo hace imposible es la realidad de ser posible?
Esta interpretación del poema me hizo reflexionar. El amor entre la nube y el mar sí se consumó muchas veces, ninguno de los dos se dieron por vencidos por lo que aparentaba ser una situación de amor perdida. Ambos se fundieron y lograron ser parte del otro, y fueron transformados en cada ocasión por cada encuentro que los llevó el uno al otro. Al separarse, ninguno de los dos volvía a ser el mismo, pues cada vez, más llevaban consigo la huella indeleble del lazo que los unía, aun cuando había una separación aparentemente inevitable. El mar es el resultado de la nube que baja para alimentarlo en forma de lluvia; la nube es el resultado del mar cuando este sube en forma de vapor, así que ciertamente ambos son uno, son lo mismo, son parte inevitable, innegable y bien presente el uno del otro.
Luego de tantos años de haber escrito Amor Imposible, hoy mi amiga le añade un nuevo significado y sentido, y sé que para ella el poema caló profundo y la transportó a un tiempo lejano y diferente. Como mencioné antes, ¿para qué son los poemas que escribo sino para que alguien más les encuentre sentido? Hoy encontré un nuevo sentido y me di cuenta de que el amor nunca es imposible.
1 comment:
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