El pesimista diría que nadie sabe lo que tiene hasta que lo ve perdido… El optimista sabe que muchas veces no sabemos de lo que nos hemos perdido hasta que llega a nuestra vida...
Con suerte, las personas sabrán atesorar lo que tienen y ver las grandes oportunidades que nos da la vida para recibir más de lo que se nos ha dado, para construir mejores acciones, para envolvernos en nuevas experiencias y absorber lo máximo de nuestras vivencias. Con suerte aprendemos a valorar lo que está, pero también a atrevernos a enfrentar las posibilidades infinitas que nos ofrece lo que puede ser. Con suerte nunca perdemos, sino que ganamos más allá de lo imaginable, cuando nos quedan las manos vacías para abrazar más y mejor, y el corazón nos queda lleno pero con lugar para abarcar más...
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