Monday, March 02, 2009

VACAS FLACAS Y VACAS GORDAS/HARD LEARNED LESSONS


"Dos años después, Faraón tuvo este sueño: Estaba en la orilla del Nilo cuando vio que salían del río siete vacas hermosas y muy gordas, que se pusieron a pastar entre los juncos. Detrás de ellas salieron otras siete vacas feas y flacas junto a la orilla del Nilo. Y estas vacas feas y flacas se comieron a las siete vacas gordas y hermosas. Faraón despertó, y al dormirse nuevamente tuvo otro sueño: soñó que siete espigas granadas y buenas salían de un mismo tallo, pero que después de éstas brotaban otras siete delgadas y quemadas por el viento que se tragaban a las siete granadas y repletas. Despertó Faraón y se dio cuenta que era un sueño.

Faraón refirió sueño a José. José respondió a Faraón: Tu sueño, Señor, es uno solo. Dios te ha anunciado lo que El va a hacer. Las siete vacas hermosas, al igual que las siete espigas granadas, son siete años de abundancia. Las siete vacas feas y raquíticas, que salieron detrás, al igual que las siete espigas vanas y quemadas por el viento del este, son siete años de hambre. Esto es lo que puedo decirle a Faraón y que Dios ha querido mostrarle". Génesis 41.

Esta parábola me hace mucho sentido en estos días. Desde que la leí cuando era niña caló hondo en mí, y en tiempos de adversidad en mi vida acudo a la alegoría de las vacas flacas y gordas para mantenerme optimista. De la misma forma en que las vacas flacas sucedieron a las gordas, las gordas sucederán a las flacas.

Durante los tiempos de “energía baja” como los llamo, parece ser que las cosas tan llamadas “negativas” se agolpan y tal cual procesión de pueblo, desfilan por nuestra vida una tras la otra. Algunas veces, la procesión es corta. Otras, la procesión es larga y agónica. Yo he estado viviendo una época de vacas flacas (que espero no dure siete años), y miro con entusiasmo y mucha anticipación la llegada de las vacas gordas y las espigas granadas.

Mucho podemos aprender durante la época de las vacas flacas, sin embargo, yo siempre he podido apreciar mejor esas lecciones cuando llegan tiempos mejores y se alejan las marejadas y tormentas de mi vida. Ciertamente, aprendo mucho acerca de mi propia humanidad durante la adversidad. Tal y como después de la lluvia, aprecio más y mejor al sol y puedo ver el arcoiris que se manifiesta brillante al final de la lluvia y que augura cielos nítidos y despejados.


Si hay vacas flacas, detrás vienen las gordas. ¡Que así sea!





Hard Learned Lessons

Bad Days


We all have days from time to time when it feels like the world is against us or that the chaos we are experiencing will never end. One negative circumstance seems to lead to another. You may wonder, on a bad day, whether anything in your life will ever go right again. But a bad day, like any other day, can be a gift. Having a bad day can show you that it is time to slow down, change course, or lighten up. A bad day can help you glean wisdom you might otherwise have overlooked or discounted. Bad days can certainly cause you to experience uncomfortable feelings you would prefer to avoid, yet a bad day may also give you a potent means to learn about yourself.


You may consider a bad day to be one where you’ve missing an important meeting because your car stalled, the dryer broke, and you received a piece of very bad news earlier in the morning. Multiple misfortunes that take place one after the other can leave us feeling vulnerable and intensely cognizant of our fragility. But bad days can only have a long-term negative effect on us if we let them. It is better to ask yourself what you can learn from these kinds of days. The state of your bad day may be an indicator that you need to stay in and hibernate or let go of your growing negativity.


Bad days contribute to the people we become. Though we may feel discouraged and distressed on our bad days, a bad day can teach us patience and perseverance. It is important to remember that your attitude drives your destiny and that one negative experience does not have to be the beginning of an ongoing stroke of bad luck. A bad day is memorable because it is one day among many good days – otherwise, we wouldn’t even bother to acknowledge it as a bad day. Know too, that everybody has bad days, you are not alone, the world is not against you. Tomorrow is guaranteed to be a brighter day.


The Daily OM

1 comment:

Bananas said...

I am a firm believer in the Bible's parable Genesis 41:20 "and the lean and ugly cows ate up the first seven fat cows."

That's why I value the discipline of saving money for a rainy day. You never know...