I went to Puerto Rico last weekend. As usual, I saw a lot of people that are very important and dear to my heart. I was only there for a rather brief stay, however, the depth of my visit was not commensurate with the measure of the time I spent there. With time, I have come to realize when one wants to be with someone, one makes it happen. A minute, an hour, or a lifetime is time well spent when we are in the presence of the people who are close to our heart. As life gets in the way and we have less opportunities for physical proximity with our friends and family, even stunted moments are worth an eternity to our souls when we make time to spend with loved ones and people who we care about.
I was able to see two of my dearest friends and truly life sisters, and I treasured the hours we spent conversing, baring our souls, minds, and spirits to each other like only women can do. Of course, even when we spend a lifetime talking about our lives, thoughts, and feelings all the time in the world is never enough, however, even a minute is precious. I appreciated the legitimacy and profundity of our experience together because it mirrors the true nature of womanhood. Connecting at such a deep level, being able to get rid of flesh and speak from our essence without fear of being judged, misinterpreted, or degraded is a gift women give to each other. I am so happy to be a woman and to have such wonderful women in my life who I can call mis hermanas.
Fui a Puerto Rico el fin de semana pasado. Como de costumbre, vi a mucha gente muy importante y querida para mí. Sólo estuve en mi isla brevemente, sin embargo, lo significativo de mi visita no es medible con la cantidad de tiempo que pasé allí. Con el tiempo he llegado a aprender que cuando se quiere estar con alguien hay que hacerlo realidad. Un minuto, una hora o una vida es tiempo bien empleado cuando disfrutamos de la presencia de la gente que amamos. La vida se antepone y nos ofrece menos oportunidades a diario para disfrutar de manera presencial de nuestros amigos y familiares. Sin embargo, aún los más ínfimos momentos valen una eternidad cuando tomamos tiempo para dedicárselo a las personas que importan en nuestra vida.
Tuve la oportunidad de ver a dos de mis mejores amigas y hermanas de la vida, y atesoré las horas que pasamos conversando, desnudando nuestras almas, mentes y espíritus como sólo las mujeres pueden hacerlo. Ciertamente las mujeres podemos pasar una vida entera hablando de nuestras vidas, pensamientos y sentimientos sin que todo el tiempo del mundo sea suficiente, pero aun un minuto es preciado. Aprecié la legitimidad y profundidad de nuestra experiencia juntas porque es reflejo de la naturaleza verdadera de lo que es ser mujer. Las mujeres nos damos el regalo de poder conectarnos a un nivel tan profundo, despojándonos de la carne y hablando de nuestra esencia pura sin temor a ser juzgadas, malinterpretadas o degradadas. Soy tan feliz de ser una mujer y de tener tantas mujeres maravillosas en mi vida a las que puedo llamar mis hermanas.
I was able to see two of my dearest friends and truly life sisters, and I treasured the hours we spent conversing, baring our souls, minds, and spirits to each other like only women can do. Of course, even when we spend a lifetime talking about our lives, thoughts, and feelings all the time in the world is never enough, however, even a minute is precious. I appreciated the legitimacy and profundity of our experience together because it mirrors the true nature of womanhood. Connecting at such a deep level, being able to get rid of flesh and speak from our essence without fear of being judged, misinterpreted, or degraded is a gift women give to each other. I am so happy to be a woman and to have such wonderful women in my life who I can call mis hermanas.
Fui a Puerto Rico el fin de semana pasado. Como de costumbre, vi a mucha gente muy importante y querida para mí. Sólo estuve en mi isla brevemente, sin embargo, lo significativo de mi visita no es medible con la cantidad de tiempo que pasé allí. Con el tiempo he llegado a aprender que cuando se quiere estar con alguien hay que hacerlo realidad. Un minuto, una hora o una vida es tiempo bien empleado cuando disfrutamos de la presencia de la gente que amamos. La vida se antepone y nos ofrece menos oportunidades a diario para disfrutar de manera presencial de nuestros amigos y familiares. Sin embargo, aún los más ínfimos momentos valen una eternidad cuando tomamos tiempo para dedicárselo a las personas que importan en nuestra vida.
Tuve la oportunidad de ver a dos de mis mejores amigas y hermanas de la vida, y atesoré las horas que pasamos conversando, desnudando nuestras almas, mentes y espíritus como sólo las mujeres pueden hacerlo. Ciertamente las mujeres podemos pasar una vida entera hablando de nuestras vidas, pensamientos y sentimientos sin que todo el tiempo del mundo sea suficiente, pero aun un minuto es preciado. Aprecié la legitimidad y profundidad de nuestra experiencia juntas porque es reflejo de la naturaleza verdadera de lo que es ser mujer. Las mujeres nos damos el regalo de poder conectarnos a un nivel tan profundo, despojándonos de la carne y hablando de nuestra esencia pura sin temor a ser juzgadas, malinterpretadas o degradadas. Soy tan feliz de ser una mujer y de tener tantas mujeres maravillosas en mi vida a las que puedo llamar mis hermanas.
7 comments:
Hermanita verdaderamente soy yo la afortunada de tener personas como tu en mi vida. Love you!
Sí, las mujeres tenemos una forma muy especial de relacionarnos.
Tan levas muy bien lo de los 251, cambiaste de avatar, ¿te has puesto de “trabajo”?.
¿Será el yoga?
Más bien la danza del vientre, Xnem. :-)
Hermoso blog! Todo un descubrimiento para mi.
Enhorabuena! Volveré!
Un beso...
Se comprueba eso de que vivir al máximo es vivir y disfrutar el instante presente....pareciera que se vió mucho en tan poco tiempo, pero en realidad se trata de que disfrutaste tu instante.
Saludos
I am glad that you were able to go home and see loved ones and friends. It makes all of the difference in the world to be able to do that!
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