Thursday, September 21, 2006

Rima XLI

De uno de mis favoritos, Gustavo Adolfo Bécquer:

Tú eras el huracán,
y yo la altatorre que desafía su poder.
(¡Tenías que estrellarte o que abatirme...!)
¡No pudo ser!
Tú eras el océano;
y yo la enhiesta roca que firme aguarda su vaivén.
(¡Tenías que romperte o que arrancarme...!)
¡No pudo ser!
Hermosa tú, yo altivo;
acostumbrados uno a arrollar, el otro a no ceder;
la senda estrecha, inevitable el choque...
¡No pudo ser!

5 comments:

El Tanguero Nocturno said...

Recién he publicado esta misma rima del maravilloso Bècquer.

Te agradezco la visita.


Te abrazo

xnem said...

Buff! como estaba este Adolfo! No se si en su caso era la primavera o los huracanes otoñales pero... arrollador.

tanguetto said...

Bello, hermoso, no pudo ser...

Unknown said...

Ese estado de sumisión al sentimiento y su máxima expresión a través de la poesía me encanta. Expresarse así es ser libre.

amelche said...

Cuando estudiábamos a Bécquer en el instituto, me encantaba.

Veo mucha gente conocida por aquí... :-)